martes, 27 de noviembre de 2012

amor-alimento




Cocinaría.
O pondría un restaurante.
Para dar de comer a la gente que me gusta.

Con canela y piñones. Queso y uvas.


Todo empieza con el amor maternal, ese que te alimenta,
que te da lo que necesitas antes de que sepas pedirlo.

Por eso está lo de comerle a besos y devorarnos o eres muy dulce.

Y nos deleita probar de su plato o que te den de comer a la boca.











sábado, 17 de noviembre de 2012

algo tiene que ser



Me despierto a horas capicúas y pienso que tiene que ser algo.

En el cielo veo acuarelas que tendría que pintar,
con gris de payne y magenta,
húmedo sobre húmedo.

Duermo mal y me despierto,
me siento al borde,
y no es otro borde,
que el borde de la cama.

Me despierto y son las 6:19, que no es capicúa,
pero boca abajo se lee igual.



martes, 6 de noviembre de 2012

murciégalos (murciélagos)



Me gusta la gente que sabe transmitir su pasión por alguna cosa, cuando hablan, noto que me quedo escuchando pasmada, en realidad el motivo de pasión no importa mucho, es más el entusiasmo que ponen y que contagian.

Hace poco, me apunté a un recorrido para conocer mejor a los murciélagos, es el año internacional del murciélago, pero me movió lo de hacer alguna actividad con mi hija, juntas, porque veo que poco a poco le voy sobrando.

Los murciélagos caen bastante mal a la gente, no son muy populares, lo más popular de los murciélagos es Batman, pero pasa como cuando conoces a alguien un poco más a fondo, que empieza a caerte bien y le coges cariño. Coger cariño a un murciélago parece difícil, porque tocarlo, es bastante repelente, tienen una textura como de terciopelo y parece que en cualquier momento se van a romper, con esas alas plegables.
A favor del cariño, está que son mamíferos y si adoptas uno recién nacido le puedes dar biberón.

Salimos por la orilla del río cuando estaba anocheciendo  y los expertos iban uno al principio y el otro al final del grupo, dando explicaciones. Llevaban un aparatejo carísimo que servía para oír los sonidos que emiten los murciélagos, porque el oído humano no alcanza a oír esas frecuencias.

Inesperadamente, del aparatejo del experto número uno, salió un sonido como hihihihihi, medio en éxtasis e ignorando al grupo, se puso a hablar con su colega de atrás:


-¡El murciélago herradura! he oído pasar al murciélago herradura!
-¡Noooo!
-¡Sí, tío, el herradura! hace 5 años que no lo oía!

Estuvo tan emocionante, los hijos abrazando a sus padres, y los padres y madres dándonos las manos, habíamos tenido la suerte de oír ese hihihihihi tan escurridizo.

En fin, sí, estoy exagerando un poco, pero es que cuando alguien te explica cosas, tendría que ser así, si me hubieran explicado de esa forma la química orgánica, ahora no sería una extraña para mí.

También este verano, conocí mejor a las abejas, cuando un apicultor, aunque yo toda la vida le he llamado el mielero, tuvo que venir a casa a llevarse el panal que se nos había instalado en una persiana, también nos dio una lección emocionante, sobre el miedo, sobre los distintos tipos de zumbidos y muchas cosas más. Pero a las abejas, fue muy fácil quererlas, porque nos dejaron un montón de miel.